Tal vez aquellos que solo califican al turismo como una actividad netamente económica, no conocen otras opciones y alternativas que este puede brindar.
La planificación del turismo, basada en el desarrollo social, toma como eje y protagonistas a los residentes de la localidad, siendo ellos los beneficiarios de los resultados. Que los habitantes de la localidad sean partícipes de las estrategias y pasos a seguir, vinculando las diferentes actividades productivas que se desarrollen dentro del territorio local, e integrándolas en el circuito turístico.
Un circuito que estará formado por íconos de la cultura local, como capillas e iglesias, edificios antiguos o de importancia, museos formados por el aporte de los vecinos, la puesta en valor de fiestas populares, la venta al público de productos regionales y caseros, y demás servicios "turísticos" que pueden surgir a partir de estas iniciativas.
De estas propuestas, pueden surgir nuevos espacios de integración en la sociedad local, como así también, trabajo para los pobladores como guías locales, pequeños alojamientos, restaurantes, etc. Para esto es necesario la capacitación en servicios turísticos, teniendo en cuenta la importancia de la calidad de los productos a ofrecer.
Este proceso lleva tiempo, y sobre todas las cosas, la importancia que los residentes acepten y se integren a este tipo de iniciativas, de lo contrario nada podrá ser posible, ya que es un aporte a su desarrollo como localidad y calidad de vida.
Esto solo es un breve analisis, donde se dejaron de lado aspectos y puntos a tratar, que en conjunto hacen a la Planificación de la actividad turística como alternativa de desarrollo de localidades.
Las localidades rurales adoptan este tipo de planificación, integrando a todos los habitantes e instituciones de la comunidad.
