Todo un desafío, fué lo primero que pensé, cuando me llamaron para armar un paseo guiado con sordos.
Pero fue un aprendizaje constante, y eso en el turismo, está bueno. Tanto yo, como intermediario del patrimonio cultural-natural; como los visitantes, aprendimos.
Ellos, sobre los atractivos turísticos de Lobos; pero yo, aprendí a que no hay limitación alguna para el turismo.
El lenguaje de señas, utilizado en el turismo, es el canal principal de comunicación y lo que permite que el mensaje del guía llegue a destino. El turismo accesible, tanto para sordo mudos, ciegos, capacidades diferentes, permite abrir miles de puertas: la educación a través del turismo, el encuentro de culturas, la concientización; y por sobre todas las cosas, generar infraestructura y servicios para TODOS.
Rampas, barandas, senderos, carteleria o folletería en Sistema Braille, y no solo eso: sino también servicios: guías capacitados en el sistema de señas, y en el trato con los diferentes públicos.
Es importante destacar, los diferentes programas puestos en marcha; como el de la Secretaría de Turismo de la Provincia de Buenos Aires, con el sistema braille en folletería, puesto en marcha en las distintas ferias de turismo.
Pero además, es un derecho, un derecho humano, que también lo avala el Código Ético Mundial del Turismo: el derecho del esparcimiento para todos y todas.
Es importante, la concientización de los diferentes ambitos del sector turístico, e implementar diferentes prácticas que alienten el turismo accesible, el turismo para TODOS.
Muy buena nota Ignacio felicitaciones como siempre!
ResponderEliminar